domingo, 27 de agosto de 2017

La “Chimenea de Fioravanti”. Hoy.

La “Chimenea de Fioravanti” como todos los vecinos de Villa Regina la conocen, fue levantada en 1932 –ocho años después del nacimiento de la Colonia Regina– cuando se construyó la primera fábrica de conservas de tomates, a partir de un proyecto de la sociedad anónima Torrigiani y Bagliani, formado por los Sres. Roberto Lanusse, Ernesto Aguirre, Dino Piazza, Felipe Bonoli, Carlos J. Botto, Mario Carnero, Juan Riddel, Genesio Perazzo, Saverio Mazzacurati y Juan M. Reyna,  quienes ya tenían emprendimientos similares en otros puntos del país: dos funcionaban en Colonia Alvear (Mendoza), una en las proximidades de Quilmes (Bs. As.) y otra en San Pedro (Jujuy).

La construcción fue hecha en 1932 por el Sr. Martignone y la primera elaboración de conservas se realizó en 1933, utilizándose 2.500.000 kgs. de tomate.

Aproximadamente hacia 1943 la fábrica fue vendida a la firma Fioravanti y Cía que la explotó durante varias décadas.

En los últimos tiempos pasó a propiedad del Sr. Miguel Fernández y finalmente a la empresa Servicios Vertúa S.A. quien utiliza sus instalaciones como depósito de materiales, maquinaria y automotores, entre otras cosas,  hasta que el año pasado decidió demoler todo el edificio y solo dejar en pie la chimenea.

La “Chimenea de Fioravanti” fue declarada Monumento Histórico por la Ordenanza 086/06 sancionada por el Concejo Deliberante el 14 de agosto de 2006.

La “Chimenea de Fioravanti”, es un elemento de gran valor arquitectónico e identitario para nuestra localidad. Con sus 43,50 metros de altura simboliza el quehacer comunitario de Villa Regina.

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