miércoles, 20 de julio de 2016

Que la poda no sea la mutilación de los árboles. Para podar no sólo hay que pedir permiso en Roca. También hay que buscar personal capacitado y retirar las ramas cortadas. Si la tarea se hace mal puede morir el árbol.

La mutilación de ejemplares del arbolado urbano es el error más frecuente que cometen quienes realizan podas sin contar con el adecuado conocimiento de la tarea, según se informó desde la Dirección de Plazas, Parques y Jardines dependiente del municipio de Roca.
Ahora se dicta un curso para podadores y luego se realizará un registro del personal habilitado para la tarea.
Una poda mal hecha puede derivar hasta en la muerte de un ejemplar. Ocurre que “el corte de ramas de grueso calibre y cortes mal realizados dificultan la cicatrización y son la vía de entrada de agentes patógenos que perjudican la salud del arbolado”, se explicó desde el área dependiente de la Secretaría de Servicios Públicos.
“El motivo principal por el que la mayoría de los arboles de todas las ciudades en Río Negro se encuentran muertos en pie y algunos prácticamente sobreviviendo es porque han sido podados por personas que no tienen los conocimientos agronómicos adecuados para tal actividad”, sostuvo Eduardo Riquelme, especialista a cargo del dictado de un curso de poda en el municipio, del cual participan 30 interesados.
El período de poda comenzó el 1 de junio y se extenderá hasta fines del corriente mes.
Hasta el momento se emitieron 176 permisos a frentistas que iniciaron el trámite de solicitud de autorización, que es requisito para evitar multas. Aparte se otorgaron 86 permisos de extracciones.
Aunque el principal interés en realizar cortes en los ejemplares ubicados en la vereda proviene del casco céntrico, se informó que también se recibieron pedidos de todas las zonas.
Infracciones
Por realizar podas sin autorización y mutilaciones se labraron 27 actas de infracción en las últimas semanas.
Es que el trabajo de poda se debe realizar cumpliendo con la ordenanza municipal Nº 2124/95. En la misma se fija cómo debe llevarse a cabo la tarea y qué trámites previos implica.
La ordenanza también establece que el propietario debe retirar las ramas producto de los cortes. También hubo 22 casos de frentistas que no cumplieron con ese paso y fueron multados por el municipio.
Respecto de los árboles, se indicó que “generalmente son los apropiados para las veredas, salvo algunas excepciones como “aguaribay” que no es una especie recomendada”.
Hay un registro municipal de podadores pero hace años que no se actualiza: la última revisión se realizó en el año 2012.
En este momento se está realizando un curso de capacitación de poda de arbolado urbano a 30 interesados en el oficio, en cuanto termine la capacitación se actualizara ese listado, se adelantó.
Un aspecto a tener en cuenta cuando se planta un árbol es el que tiene que ver con la variedad que se elige. Arboles demasiado grandes no son recomendables porque no sólo rompen las veredas sino que sus grandes raíces terminan también dañando el sistema cloacal y de agua y por lo tanto los frentistas optan por retirarlos.
Cuanto cuesta
$ 200
Por árbol aproximadamente, siempre dependiendo del tamaño del ejemplar y el podador.
En la ciudad se realiza un curso de capacitación en poda que tiene unos 30 interesados. Así ampliarán el listado de gente apta para la tarea
Detalles a tener en cuenta para no lastimar innecesariamente
“El error más común es que realizan cortes de grandes diámetros. No debemos olvidar que los cortes son heridas que le causamos al árbol, y esto le demanda tiempo y energía en sanar o cicatrizar. Para tener una idea un corte de un diámetro de 5 cm demora entre 3 a 5 años en cerrar, mientras tanto comienza un proceso de secado, o en el peor de los casos con cortes de diámetros superiores a 5 cm un proceso de pudrición desde la parte superior hacia abajo del tronco con la consecuente apertura de ingreso de agentes nocivos para vida del árbol.

La podas bien realizadas no deberían intervenir en más del 30% del volumen de la copa, las prácticas correctas deberían contribuir a agrandar la belleza propia de cada árbol o especie. En síntesis una poda bien realizada debería ser inadvertida por el observador, y por el contrario despertar en este la inspiración pura que nos brinda la belleza natural expresada como vida, en un árbol”, explicó el podador Eduardo Riquelme.
Publicado en Diario "Río Negro", 17 de Julio de 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario