Si mal no recuerdo, el presidente Mauricio Macri, entre otras cosas que pregonó en su campaña proselitista, hizo mucho hincapié en que “no habrá puestos cubiertos por compromisos políticos”, sino que, principalmente los cargos administrativos en todos los organismos dependientes del gobierno nacional, “serán cubiertos por personal de carrera, que cuente con la capacidad suficiente para la conducción de la dependencia que corresponda”, reiterando en todo acto que “ voten por el cambio” –tal es así que su agrupación política Pro pasó a ser Cambiemos–.
¿Recuerdan aquel candidato que nos convenció con el “síganme... no los voy a defraudar”? Bueno, parece que otra vez caímos en la trampa, porque el “cambio”, al menos para mí, no es tal. En esta ciudad está circulando con insistencia la versión de que Luis Oliveri, un empleado con 26 años de servicio en la Anses, con absoluta capacidad profesional, fue nombrado por resolución jefe de la UDAI local, lo que motivó el agrado y satisfacción de todos los que lo conocemos, por ser una persona que se ha desempeñado con humildad y amabilidad en todo momento y sin que nadie tenga que mencionar la más mínima queja en su contra. La versión circulante que afirma aquello de que “cuando el río suena... agua trae” asegura que el diputado nacional Sergio Wisky y el intendente de una localidad muy cercana a Regina estarían utilizando sus influencias nacionales para reemplazar a Oliveri por una abogada afín al radicalismo, como parte de un acuerdo para apoyar la gestión de Macri, a cambio de cargos políticos que beneficien a afiliados o simpatizantes radicales. De confirmarse esta versión, la población reginense y del circuito Alto Valle Este, que son parte de la jurisdicción que cubre la UDAI dirigida por Oliveri, se estaría preparando para resistir la injusticia que se está tramando.
Alberto Lino Guajardo. Publicado en Carta de Lectores del Diario "Río Negro", lunes 23 de mayo de 2016.
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