La fruticultura del Valle de Río Negro y Neuquén expulsó, en los últimos cinco años, algo más de 8.100 obreros del sistema, sólo teniendo en cuenta los puestos de trabajo en las chacras y galpones de empaque de la región.
La cifra se obtiene de los datos brindados por la Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (Osprera) y el Sindicato de la Fruta de Río Negro y Neuquén (Soefryn). La evolución de la estadística muestra el deterioro progresivo que vienen sufriendo este tipo de organizaciones, con una menor cantidad de afiliados, producto de la crisis que golpea de lleno a todo el sistema frutícola.
Los trabajadores de las chacras fueron los que más sufrieron este ajuste. Durante el período de cosecha febrero-abril de 2010 el personal declarado a Osprera alcanzaba a los 26.131 empleados. Durante este mismo período de la temporada 2015 esa cifra cayó a los 19.110 trabajadores. Una sencilla cuenta refleja que en este quinquenio 7.021 obreros dejaron las chacras en busca de nuevos horizontes o, sencillamente, fueron despedidos por sus empleadores.
El ajuste para los trabajadores en los galpones de empaque llegó de otra manera. Si bien todas las empresas aseguran que, en estos cinco últimos años y en promedio, trabajaron en sus empresas un 20% menos en el sector de servicios (empaque y frío) producto de falta de fruta de calidad para embalar, pocos hablan de reducir la planta de personal. "Tratamos de mantener los puestos de trabajo, pero nos fue muy difícil no disminuir los días laborables en todo este tiempo", confió uno de los empresarios consultados. Proyecciones del sector privado anticipan que, esta disminución de días laborables llevado a jornales equivale a unos 1.100 trabajadores menos entre 2010 y 2015.
Menos personal para 2016
Para la temporada que se avecina, el escenario no es mejor. "Estimamos que se perderán en la próxima temporada un 10% del padrón que actualmente tenemos", señaló Jorge Pérez Salgado, titular de Uatre-Osprera al ser consultado por el tema. Es decir que, para la temporada 2016, algo más de 1.900 obreros dejarían las chacras por falta de trabajo.
"Si bien no hay una relación lineal, todo indica que para la temporada que viene menos fruta de calidad será recolectada y por ende menos mano de obra será necesaria", agregó el ejecutivo del organismo.
En el sector del empaque se espera la misma tendencia. En estos últimos años alcanzaba, en promedio, los 100 días laborables. Para el 2016 las empresas evalúan acotar ese margen a los 70 días.
Como en años anteriores, las empresas intentarán mantener los puestos de trabajo pero los ingresos de esos embaladores bajarán por menos jornadas trabajadas.
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