domingo, 15 de marzo de 2015

ENTREVISTA AL DIRECTOR DE VITIVINICULTURA DE RÍO NEGRO: Carlos Banacloy: "Hay que reposicionar nuestros vinos a nivel local".

Para el funcionario, ésta es una de las claves para superar la coyuntura y darles valor a las bodegas valletanas.
Apenas asumió en su cargo en octubre del 2014, el gobernador lo llamó y le dijo: "Carlos, el diagnóstico (del sector vitivinícola) lo tenemos todos, hay que trabajar en las soluciones".
El destinatario del requerimiento de Weretilneck era Carlos Banacloy, quien en ese momento hacía su debut como director de Vitivinicultura de Río Negro.
Banacloy se presenta como "productor de uva, elaborador y conocedor de las dificultades por las que atraviesa el sector". Dice, en buen criollo: "Vengo del palo".
"Río Negro Rural" lo entrevistó para conocer su visión sobre la crisis que atraviesa el sector y esto nos dijo:
–¿Con qué panorama se encontró al momento de asumir?
–Por un lado hay una emergencia, que la sufren todos... En Mendoza y San Juan pasa lo mismo que acá. No hay plata para podar, regar, fertilizar. Pero, a diferencia de las peras y manzanas, el vino tiene otro inconveniente y es que en la Patagonia se consume el doble de lo que se produce... tenemos un problema de consumo interno, de reconocimiento de sentido de pertenencia.
–¿Usted se refiere a que no se consumen los vinos elaborados por bodegas locales?
–Exactamente, porque acá en la zona hay productos reconocidos internacionalmente, que no lo tienen localmente. A la hora de identificar en una vinoteca uno de Río Negro no hay diferenciación, uno no sabe cuáles son. Hoy si no estás en un supermercado es como si no existieras, pero ésta no es la cadena de comercialización más importante para los vinos como lo son la gastronómica y las vinotecas.
–¿Y a qué atribuye esta falta de reconocimiento y consumo de productos locales?
–A dos cuestiones. La primera es que tenemos una producción muy pequeña por lo que viene sucediendo desde hace muchos años, donde pasamos de tener 17.500 hectáreas productivas a 1.700 en la actualidad, de las cuales muy pocas están en estado óptimo. La otra cuestión es que el consumo de vino ha perdido terreno en función de otras bebidas cuyo consumo se ha descontracturado, se sumaron a campañas masivas en las que se facilitaba el consumo con otras bebidas como puede ser la Coca con fernet o el Campari con pomelo, por mencionar algunas. El vino no pudo pegar ese salto y se encerró en algo más místico, con muchos requisitos para su consumo, como que no se debe poner en la heladera o no se puede beber con soda, etc.
–Entonces la idea es desmitificar todo esto...
–Por supuesto. Vos tenés bebidas nobles como el whisky que pueden ir acompañadas por agua o hielo, y el que lo hace no se ofende, porque vos estás consumiendo su producto. Con el vino debería ser igual, tenemos la obligación de descontracturar el vino.
–¿Y estos vinos están al alcance de un consumidor medio?
–Sí que lo están... pero hay otras cosas que desde el Estado no se pueden imponer pero que hay que debatirlas, sobre todo con las cámaras hoteleras y gastronómicas. A ver, ¿por qué si vos tenés una botella de agua que vale 10 pesos la vendés a 20 en la mesa y una botella de vino que sale 50 la vendés a 150? Así alejás el producto del consumidor.
–Ud. hizo referencia a la importancia de la cadena gastronómica en el consumo. ¿Cómo se podría potenciar?
–Hay que aprovechar destinos como Bariloche o Las Grutas, en donde tenés un flujo muy importante de gente todo el año. Si nosotros pudiéramos vender sólo en Bariloche los vinos que se hacen en Río Negro, se terminarían los problemas de la vitivinicultura. Ellos son un destino gastronómico fabuloso y conocen mucho del tema, no es casualidad que el chef que representó a la Argentina a nivel mundial, o que la sommelier número uno de los últimos diez años, Paz Levinson, sean de Bariloche. Ahí hay una cultura enológica muy importante, cómo no vamos a estar presentes con nuestras sidras, nuestros vinos, nuestros espumantes, nuestras manzanas. Porque el que viene de afuera, lo primero que quiere hacer es probar algo del lugar que visita. En cambio, si vos pasás por el Valle, ¿dónde están los carteles de nuestras bodegas, de las cosas que hacemos?, no hay...
–¿Se está trabajando en alguna campaña en este sentido?
–Primero en impulsar el posicionamiento de nuestros productos dentro de la provincia. Para esto hay que educar. Ya tenemos una serie de micros grabados que hablan sobre distintos temas que atañen a la actividad, muy dinámicos, con gente que sabe de vinos.
–¿Qué pasa desde lo coyuntural con el sector?
–En los últimos cuatro años el vino no tocó su precio y la uva se vende más barata. ¿Qué significa esto?, que todo lo que ha hecho que el vino hoy esté al precio que está fueron la botella, la etiqueta, la contraetiqueta, la cápsula, el corcho, la caja, el separador, el flete, etc. todo eso sube entre un 35 y 40% anual. La gente cree que un vino de 100 pesos es un gran negocio, pero no sabe que una botella vacía, solamente vestida, vale 15 ó 20 pesos. A eso sumales el IVA y que el supermercado remarca con un 100%, así es difícil.
• "Si vos afectás 45.000 hectáreas a la producción de peras y manzanas y te quedan 1.700 de vid, el Estado tiene que tomar una posición sobre el tema".
• "Se subestima la parte comercial, cualquier persona cree que se pone a hacer vino, lo cobra 100 pesos y lo vende fácil, que es un buen negocio, pero no es así".
• "Hay que desmitificar que la relación precio-calidad es directamente proporcional al valor del producto: esto no es 10 pesos calidad 1; 100 pesos calidad 5 y 1.000 pesos calidad 10. Vos hoy tenés productos de 100 pesos que son iguales o mejores que el de 1.000".
• "Si yo escondo el vino debajo de la alfombra, llega un momento en que la alfombra ya no puede tapar más... eso está pasando".
• "Cuando reconocen un vino nuestro afuera y lo ubican entre los mejores cincuenta del mundo, todos decimos ¡ahhh..., quiero probarlo!"
• "Si a la gente que produce le va bien y vos tomás lo que produce tu gente, a la bodega le va bien y eso queda todo dentro de la provincia. Todo esto es multiplicativo".
• "Muchas bodegas terminan con vinos embotellados de muchos años y lo quieren seguir vendiendo aunque su calidad no sea la mejor".
• "Tenemos una vitivinicultura centenaria de gran experiencia, pero nosotros no le hemos dado el valor necesario".
• "Este trabajo excede mi gestión, el objetivo es hacer cosas para el sector, para la provincia, que trasciendan...".
Entrevista de Miguel Vergara publicada en el suplemento "El Rural" del Diario "Río Negro" (edición Nro. 23.923) sábado 14 de marzo de 2015, página 8.

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