domingo, 5 de enero de 2014

Opiniones: Uno por uno, no va a quedar ninguno por Raúl Sale.

El 3 de agosto de 1955 Perón ya estaba acorralado por los opositores y muy fastidiado por los caídos en el bombardeo a Plaza de Mayo que hicieron los opositores con el solo fin de matar a Perón, donde murieron más de 350 civiles. En el acto de apoyo lanzó un discurso virulento en plaza de Mayo. Y lanzó una frase temeraria para la época: ‘cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos‘.

Más tarde, el pueblo peronista la transformó y se popularizó como: ‘cinco por uno no va a quedar ninguno‘. Incluso se vitoreaba en los actos y mucho más en los álgidos ’70.

Sin el tono dramático de aquella época ni con el significado de entonces, el gobernador Alberto Weretilneck, parece haberla transformado en ‘uno por uno, no va a quedar ninguno‘. Traducido significa que desde que asumió ante cada funcionario que se va pone uno propio.

El repaso por la estructura de poder en la administración pública provincial así lo indica. El 95 por ciento de los cargos vacantes fueron ocupados por hombres y mujeres que responden a rajatablas los dictados del cipoleño. Desde lugares sensibles como lo es la administración de los recursos (Tesorería) pasando por cargos intermedios y menores.

El último ejemplo es la designación al frente de Tren Patagónico de Jorge Leandro Maljasian, de 58 años, nacido en Cipolletti el 12 de julio de 1955 y que, según la gacetilla oficial, cuenta con una amplia trayectoria. Se desempeñó como secretario de Servicios Públicos durante la intendencia del Alberto Weretilneck al frente del Municipio de Cipolletti. Así como Maljasian, se pueden enumerar muchos funcionarios de jerarquía que son hombres del Gobernador y que responden lealmente a sus designios.

Hay toda una estrategia de AW de ir, lentamente, ocupando espacios estratégicos ante la mirada atónita del peronismo que, a esta altura, ni siquiera reclama a pesar de ser el socio mayoritario de la coalición gobernante.

Arsa, Viarse, Horizonte, Cultura, Tren Patagónico, Enforsa, Tesorería, Contaduría, Empresas Públicas (la segunda y con poder), Legal y Técnica, Policía de Río Negro, Gobierno, Educación, son muestras acabadas del poder que va armando Weretilneck de cara a 2015 cuando se juega su verdadera elección.

Los ministerios de Desarrollo Social y Economía, se presume, son los próximos objetivos y no se extenderían más allá del verano.

Ante la acción de Weretilneck el peronismo se muestra pasivo y expectante. Simula y espera nuevos tiempos.

 En la concepción del peronismo ortodoxo el poder se acumula, no sólo se conquista o se toma, y para ellos, la posibilidad de ejercitar el poder debe llegar hasta el último de los individuos. Por lo tanto debe repartirse, de lo contrario, sino es para todos, no es poder en la concepción peronista.


Posiblemente, con Weretilneck Río Negro esté en presencia de una “tercera posición”, no en el concepto peronista tras la Segunda Guerra (comunismo y capitalismo como ejes del mundo) sino con una idea de tercera fuerza que sea una cuña entre peronismo y radicalismo. Esa misma que, por apuro, no quiso o no supo encarnar otro cipoleño, Julio Arriaga, en la primera década de este siglo o que Magdalena Odarda no se animó a construir por la comodidad de ser funcional al poder de turno.

Publicado en Diario "De La Costa" (Viedma), domingo 5 de enero de 2014.

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